HISTORIAS DEL PALMAR #3: DOLORES Y SAMUEL
HISTORIAS DEL PALMAR #3: "DOLORES Y SAMUEL"
Por Ing. Matías H. Paea
Villa Elisa, Entre Ríos
Febrero 4, 2024
Antes de comenzar, sepa disculpar el lector la
falta de rigor histórico en algunas de las cuestiones documentadas en este
texto. Entiéndase que la investigación histórica es muy dinámica, y a
diferencia de lo que puede percibirse, la historia no es lo que pasó, es lo que
nos contaron que pasó y dado que es parte de un relato, todo el tiempo está
cambiando. Como dice el narrador en la introducción de película LA SOCIEDAD DE
LA NIEVE (2023):
“Hay que regresar al
pasado, sabiendo que el pasado, es lo que más cambia”.
Por este motivo, la historia requiere
periódicamente un revisionismo que a menudo, pone a prueba los pilares sobre
los que se sostienen las creencias de una sociedad.
Entiéndase que lo documentado en este texto,
como en todos los demás, es la historia “hasta aquí y para este escritor”. Las
nuevas tecnologías han facilitado la comunicación, el acceso a la información y
han permitido mejorar el rigor de los datos a través de la georreferenciación
de los lugares, la digitalización de documentos, etc.
Ante el avance de la investigación y la
contribución de nuevos datos, necesariamente el texto debe ser actualizado y
lanzado como una nueva EDICIÓN. Ahora sí, sin más.
Esta
historia surge como un “spin off”, es decir, un desvío de una historia anterior
que documenté y llamé HISTORIAS DEL PALMAR #2: “EL PALMACITO”, la misma puede
encontrarse en el siguiente video que puede verse en YouTube.
https://www.youtube.com/watch?v=0RNNfGTQ1pE&t=681s&ab_channel=Mat%C3%ADasPaea
La
expedición EL PALMARCITO se realizó el día sábado 9 de septiembre de 2023. Ese
mismo sábado, me quedé hasta altas horas de la noche editando el video. El
domingo 10 lo subí a la plataforma YouTube.
Al día siguiente, es decir, el lunes 11 de septiembre de 2023, me levanté temprano puesto que debía viajar a la localidad de Jubileo. Antes de salir, aproximadamente a las 8.00am, compartí en mis estados de WhatsApp el link del video, desencadenando una sucesión de hechos que serían la base para el presente texto.
Eran
aproximadamente las 9.00am cuando recibí un mensaje de WhatsApp. Esta persona
me enviaba una foto donde se veía su escritorio y un gran televisor en el cual
estaba mirando mi video sobre EL PALMARCITO.
Esta
persona me dijo - “Si sabía que ibas a ir, te abría el portón y entrabas con la
camioneta”. Yo sinceramente desconocía a quien pertenecía la tierra donde se
encuentra EL PALMARCITO. Para acceder al lugar fui bordeando al arroyo Sarandí
por el camino de sirga, pero entiendo, con buenos motivos, que no es de agrado
de los propietarios que terceros ingresen a sus tierras, no solo por el riesgo
de daños a la propiedad, sino también por el robo de alambrados eléctricos,
boyeros y paneles fotovoltaicos, cuatrerismo e incendios.
Esta persona era el Sr. Federico Blanc, propietario de ESTRUMAX, una importante empresa metalúrgica de la región. Él con su socio, son arrendatarios de varias hectáreas de campo en cercanía la estación JUAN JORGE sobre el ramal ferroviario U7, y entre ellas, la fracción de tierra que contiene a EL PALMARCITO.
La charla se fue sucediendo durante la mañana, mientras tanto yo volvía de Jubileo. Federico se mostró muy cordial y me invitó a visitar nuevamente el lugar cuando quisiera.
Federico reenvió el link del video a la propietaria de una de las fracciones de tierra que el arrienda, puesto que según me comentó, esta señora conocía muy bien la historia de estos campos. Hacia las 9.00am me reenvió un mensaje en el que decía que esta señora decía que quería conocerme.
Casualmente Federico debía saldar su alquiler así que me invitó a que lo acompañara hasta Concordia a conocer a esta señora. Su nombre: Ester Russo de Anisky.
Así fue como a las 17.00hs pasó a buscarme por Villa Elisa. En el viaje nos acompañó su pequeña niña Emilia quien se comportó muy bien a pesar de tener que escuchar a dos adultos hablando de historia todo el camino hasta Concordia. El viaje se sucedió con intensas lluvias.
Llegamos a
las 18.30hs a su domicilio sobre calle Entre Ríos, siendo amablemente
recibidos, por ella y su nieto Martincito.
Ilustración
2: Esperando a Ester, de izquierda a derecha: Matías, Federico y Emilia
Luego de una
agradable introducción protocolar comenzamos a hablar sobre la historia de los
campos en cuestión. En primer lugar, se presentó como Ester Russo, viuda de “Tito”
Anisky, de profesión contadora, aunque ya jubilada.
Ilustración
3: De izquierda a derecha, Matías, Ester, Emilia y Martincito.
Ilustración
4: De izquierda a derecha, Emilia, Federico y Ester
En una
charla que se continuó durante dos horas, Ester nos contó la historia de
esos campos que resulta APASIONANTE. Una mezcla de amor, pasiones, traiciones y
tragedia. Condimentos más que suficientes para dedicarle su tiempo y documentarlo.
Ester pidió a Marticito que trajera un portafolio, y de allí comenzó a sacar planos de mensura de los campos de su propiedad. Me dijo que estos campos habían pertenecido a su marido, José “Tito” Anisky y que solían ir en el mes de marzo a EL PALMARCITO a juntar yatay para hacer licor y berro para las ensaladas.
Ester me
compartió una foto en la que puede verse EL PALMARCITO en los años 70. En ella,
un arriero a caballo (Tito) junto con su perro pastorean el ganado. Destaca la
baja altura de las palmeras y la limpieza del lugar. Prácticamente no había
maleza por entonces.
Ilustración
5: EL PALMARCITO años '70, en la foto Tito Anisky arriando el ganado con
su perro (cortesía de Ester R. de Anisky)
Consultando el registro catastral de 1901, se ve que estas propiedades figuran en parte con dos propietarios.
Por un lado, los campos al norte del “Arroyo del Palmar”, donde dice “Campo de la Calera”, donde hoy está el Parque Nacional El Palmar, claramente no se habían escriturado a nombre de su heredero, puesto que aún figura como “TESTAMENTARIA DEL GENERAL URQUIZA”. Entiéndase que, en 1901, para cuando se compiló este plano hacía 31 años que el General Urquiza había fallecido y no se había escriturado el traspaso que se haría de los mismos a Dolores Urquiza, su hija, quien también hereda abundante cantidad de tierras al sur de Entre Ríos, dentro de las cuales quedaría en su interior la localidad de Ibicuí.
LA FAMILIA JORGE
Por otro lado, la tierra comprendida entre los arroyos Pospós y Mármol, pertenecía a los sucesores de Juan Jorge, quien fuere Jefe Político del departamento Uruguay en 1870, cuando Urquiza fue asesinado.
Su influencia fue tal que hasta hoy la zona se sigue llamando “Juan Jorge”. Así se llama la estación de trenes que aún persiste sobre el ramal U7 y la estación de servicios sobre Autovía RN14. Estos campos fueron adquiridos en algún momento, aparentemente por Estela Saubidet, aunque se sigue investigando cuándo se realizó este traspaso (cualquier información al respecto por favor contactarme).
El caso de
la familia Jorge es bastante peculiar y nos toca de cerca, puesto que fue una
familia de la alta sociedad Uruguayense, con sus mansiones sobre la plaza Ramírez,
de las que se conserva lo que fuera durante muchos años la Confitería RYS (Rodriguez
y Spada) como hogar de Juan Jorge. La otra de las mansiones ya no se halla en
pie y se ubicaba en el espacio que hoy ocupa el edificio Antares. Esta última
mansión perteneció a Manuela Martínez Urquiza (nieta del General Urquiza), madre
de Manuel Aurelio Jorge, o simplemente, Aurelio Jorge, quien ordena la demolición
de la construcción existente para construir una nueva mansión, que eventualmente fue demolida en los años '70 para la construcción del edificio Antares.
Ilustración 7: Hogar de Aurelio Jorge en 1976 antes de demolerse para edificar el Antares
Hasta donde pude rastrear, la familia Jorge tiene raíces en la zona de los Balcanes. Allí nació en 1794, Juan Deodato Jorge Damianovich, en la ciudad de Kotor, actualmente perteneciente a Montenegro, pero que por entonces pertencia a Grecia. Desconozco en qué año arribó a Argentina o, mejor dicho, a las Provincias Unidas o la Confederación Argentina. Murió el 7 de marzo de 1864 en Concepción del Uruguay.
Dos de los
hijos que nos resultan de interés son Juan Jorge del Río, nacido en 1833 en
Concepción del Uruguay y falleció el 27 de julio de 1887 a los 54 años. Este es
el JUAN JORGE que le da nombre a los campos y cuya sucesión se ve reflejada en
el registro catastral de 1901. Quien hereda estas tierras es su hija Teresa
Irene Jorge Giménez, quien nació el 15 de octubre de 1866 en Concepción del
Uruguay y falleció el 3 de mayo de 1948 en Buenos Aires a la edad de 81 años.
Con ella se pierde el apellido Jorge, ya que ella se casó con Julián
Salvador Socas Gómez, quien nació en Concordia el 27 de octubre de 1854 y
falleció en Buenos Aires el 25 de octubre de 1932 a la edad de 77 años. Así el
siguiente heredero de las tierras fue Juan Julián Socas Jorge, quien nació el 4
de diciembre de 1887 en Buenos Aires.
Así es como
hoy llega a nuestros días que esos son los campos de SOCAS.
Ilustración
8: mesuras aportadas por Ester R. de Anisky donde se ve que los campos
linderos eran de Irene Jorge de Socas
Otro de los Jorge que resulta de interés es Aurelio Jorge. Juan Deodato Jorge Damianovich tuvo además otro hijo, Manuel Aureliano Jorge del Río, nacido el 17 de junio 1834 en Concepción del Uruguay, y fallecido en el mismo lugar en febrero de 1889 a los 54 años. Este a la vez tuvo un hijo en 1886 llamado Manuel Aurelio Jorge Martínez Urquiza, bisnieto de Justo José de Urquiza, resultado de su concubinato con María de la Encarnación Díaz Monzón.
Directamente le llamaban Aurelio Jorge, así aparecen sus propiedades en el registro catastral de 1901. En particular destaca aquella a la vera del arroyo Santa Rosa, puesto que en su propiedad se desarrolló la Batalla de Santa Rosa el 12 de octubre de 1870, entre las fuerzas del Estado Nacional y las fuerzas de Ricardo López Jordán (h). En resumen, Juan y Aurelio Jorge eran primos, aunque con toda lógica se generan confusiones debido a la repetición de nombres en las distintas generaciones.
Ilustración
9: Registro catastral de 1901 con detalle de los campos de Aurelio Jorge
Véase también en el registro catastral de 1901
que, el territorio comprendido entre los arroyos Mármol y Caraballo pertenecía
a Martín y Olegario Mabragaña, de allí que se conozca como Colonia Mabragaña.
Estos también emparentados con los Jorge.
Ilustración
10: Caminando la estación Juan Jorge. De izquierda a derecha: Daniel Schöeder,
Rulo Brem y Matías Paea (créditos: Gastón Rodríguez)
Ilustración
11: Foto tomada en la Estación Juan Jorge el 18 de abril de 2021, cuando
los residentes estaban pintando el cartel.
DOLORES Y SAMUEL
Con base en la historia que me contó Ester, más lo que pude investigar por mi cuenta, puedo decir lo siguiente.
Justo José
de Urquiza se casó en primeras (y únicas) nupcias con Facunda Dolores Costa
Brizuela oficialmente el 23 de abril 1865, sin embargo, el concubinato ya había
comenzado en 1851. Aparentemente ya se habían casado en la parroquia de su
mansión de San José, pero sin acta parroquial el 12 de octubre de 1855.
Ilustración 18: Justo José de Urquiza
De esta unión, la primera de las hijas que nació, casi junto con la Constitución, fue Dolores Justa de Urquiza Costa, alias “Lolita” el 30 de abril de 1853. Lolita se destaca entre los hijos de Justo José, por ser quien lo contuvo en brazos agonizante cuando cayó al suelo al ser ultimado a puñaladas, aquel 11 de abril de 1870, cuando sucedió el magnicidio que acabó, no sólo con la vida de su padre y gobernador en ejercicio de la provincia, sino también con la de sus hermanos Justo Carmelo (30 años) y Waldino (43 años) en un intento de cortar de raíz el linaje completo. Tenía ella por entonces 17 años.
Ya en su madurez, Lolita se casó con Samuel Pedro Sáenz Valiente Higginbothom, el 9 de agosto de 1873 en la basílica Nuestra Señora de la Piedad de Buenos Aires…
Ilustración
20:, Dolores “Lolita” Justa de Urquiza Costa con 26 años aproximadamente
(1879)
Ilustración 21: Dolores “Lolita” Justa de Urquiza Costa con 37 años aproximadamente (1890)
Y aquí abro paréntesis:
En este punto, y debo dar crédito de esto a mi amigo y colega, el Ing. Julio Morat, quien me advirtió sobre el caso. Previo a su matrimonio con Lolita, Samuel era prometido de Felicia Antonia Guadalupe Guerrero y Cueto, más conocida como Felicitas Guerrero, protagonista de un trágico evento que conmocionó a la alta sociedad porteña, y argentina en general, hasta nuestros tiempos, ocurrido durante una celebración en su mansión el 29 de enero de 1872. Evento que diera fin a su vida en la mañana del día siguiente.
Aunque no quiero ahondar demasiado en su historia, puesto que está muy bien documentada, voy a hacer una ligera introducción para aquel lector que no haya escuchado sobre esta historia.
Felicitas era muy bella y muy rica, siendo viuda de Martín Gregorio de Álzaga y Pérez Llorente, hijo de Félix de Álzaga, diputado de Buenos Aires y nieto de Martín de Álzaga héroe de las lucha contra la invasiones inglesas de 1806 y 1807.
Ilustración
12: Felicitas Guerrero (reconstrucción con IA)
Según se
dice, se trató de un matrimonio arreglado, puesto que Don Martín era bastante
mayor que Felicitas, tenía 32 años más que ella y se casaron el 2 de junio de
1864, teniendo él 50 años y Felicitas unos adolescentes 18. Según cuentan
historiadores avocados al tema, este matrimonio favorecía a ambas familias. Por
un lado, los Álzaga eran una familia con prestigio social histórico, pero en decadencia
económica, mientras que los Guerrero eran una familia pujante y adinerada en
busca de mejorar su posición social.
Finalmente,
a poco de cumplirse 6 años de matrimonio Don Martín falleció el 1 de marzo de
1870 (un mes antes que Justo José de Urquiza), dejando a Felicitas viuda y una
de las fortunas más grandes de la Argentina. Era ella una joven de 24 años,
bella y extraordinariamente rica, convirtiéndose entonces en objeto de deseo
para los hombres de antaño.
Cuenta la
historia que una vez viuda, se dirigía en carruaje a una de sus estancias, La
Postrera, en Buenos Aires con amigas, cuando los sorprendió una tormenta. El
cochero buscó refugio en una propiedad cercana y fueron bien recibidos por su
propietario. Resulta ser que este hombre era Samuel Pedro Sáenz Valiente Higginbothom,
nieto por parte de madre de Juan Martín de Pueyrredón, miembro del Primer
Triunvirato (1812) y Director Supremo de las Provincias Unidas del Rio de La
Plata (1816-1819). Así se conocieron formalmente Felicitas y Samuel, dando
lugar así nuestro equivalente argentino de “Romeo y Julieta”.
Ilustración
13: Samuel Pedro Sáenz Valiente (reconstrucción con IA)
Tanto Samuel como Felicitas habían nacido en 1846, por lo que ambos tenían la misma edad. Sin embargo, Felicitas era bien cortejada por varios hombres, entre ellos uno que conocía desde pequeña, y que nunca superó su matrimonio con Álzaga y posterior relación con Samuel. Su nombre era Enrique Ocampo Regeira.
Ilustración
14: Enrique Ocampo Regeira (reconstrucción con IA)
Cuenta la historia que el día lunes 29 de enero de 1872, en su mansión de Barracas, se preparaba una tertulia para anunciar a la sociedad porteña el compromiso de Felicitas con Samuel. Alguien golpeó la puerta de la mansión y resultó ser Enrique Ocampo quien requería la presencia de Felicitas. Ella lo despachó a través de su sirviente, pero ante su insistencia accedió a atenderlo, solicitando a su hermano y a su primo, se quedaran cerca en caso de que Ocampo se saliera de sus cabales. Aparentemente, su insistencia venía desde hacía tiempo con tintes de acoso.
La charla ser tornó álgida y se escuchó un disparo. Ocampo había descargado un revolver Lefaucheux calibre 48 a espaldas de Felicitas, mientras ella huía de él. Inmediatamente el hermano y primo de Felicitas intentaron ingresar a la habitación, pero el cuerpo de Felicitas impedía abrir la puerta. Finalmente accedieron, encontrándose con el cuerpo aún con vida de Felicitas. Y aquí surgen dos versiones. La primera es que Ocampo se suicidó y la segunda que lo mataron. Posiblemente la segunda sea la más veraz de las opciones, pero por entonces, este hecho podría haber desencadenado un espiral de venganzas entre familias al mejor estilo Montesco y Capuleto.
Felicitas
murió al día siguiente, el martes 30 de enero de 1872.
ARRIBO DE SAMUEL A TIERRAS ENTRERRIANAS
Quizás la depresión por la pérdida de su amada fue el motor que llevó a Samuel en su derrotero de amores, a tierras entrerrianas. Hacía dos años habían ejecutado a quien era el prócer más importante de la organización nacional y había dejado detrás hijas y propiedades.
Años más tarde, otro Sáenz Valiente se casaría con otra de las hijas del Gral. Urquiza, el Almirante Juan Pablo Sáenz Valiente Campos, nacido en 1861, se casó con Flora Teresa quien había nacido en 1864 y el matrimonio se llevó a cabo en 1 de julio de 1904 en la Basílica de La Piedad, Buenos Aires. La propiedad más conocida de este matrimonio se llamaba VILLA TERESA, en cercanía a LAS ACHIRAS. Era un hermoso lugar para ir a pasar los domingos al aire libre en los años ‘90, con un gran lago y su hermosa casa con un aljibe de mármol de carrara. Recuerdo pasar hermosos momentos en ese lugar cuando era niño.
El
parentesco entre ambos Sáenz Valiente era lejano. El bisabuelo de Juan Pablo
Sáenz Valiente, era Anselmo Agustín Sáenz Valiente, y este a la vez era abuelo
de Samuel Pedro Sáenz Valiente. Samuel era una generación mayor que Juan Pablo.
- Anselmo Agustín Sáenz Valiente
o
Anselmo
Nicolás José Sáenz Valiente Pueyrredón
§ Samuel Pedro Sáenz Valiente Higginbothom
o
Francisco
de Borja Luis Sáenz Valiente
§ Francisco Sáenz Valiente Torrens
· Juan Pablo Sáenz Valiente Campos
Ahora sí, cerrando paréntesis.
De la unión
entre Samuel y Lolita nació el 5 de mayo de 1874, Samuel Anselmo Agustín Sáenz
Valiente Urquiza, alias “Samuelito” y así lo llamaremos para diferenciarlo de
su padre.
Ilustración
15: Samuel Anselmo Agustín Sáenz Valiente (reconstrucción con IA)
Samuelito se casó con Emma Antonia Saubidet Cané, el 30 de mayo de 1904. Emma era
hija de una familia de buena posición en la sociedad porteña. Nació el 8 de
enero de 1885 en Buenos Aires. Pronto se trasladó a vivir junto con Samuelito a
las tierras entrerrianas de su marido, donde hoy está el chalet de la Intendencia
del Parque Nacional El Palmar. Pero no vino sola, trajo consigo a su hermana
Estela Antonia Saubidet Cané, quien había nacido el 27 de julio de 1889 en
Buenos Aires, también. Era su hermana menor y consecutiva, con 4 años de diferencia en una familia de 10
hermanos.
Ilustración
16: Estela Antonia Saubidet Cané "La Niña" (reconstruida con
IA)
Samuel y Emma perduraron en un matrimonio de 35 años que no dejó descendencia. Emma murió en Colón, Entre Ríos en enero de 1939 a los 53 años, mientras que Samuelito murió el 21 de septiembre de 1956, y hasta entonces lo acompaño la hermana de Emma, Estela Antonia Saubidet Cané, popularmente conocida en la zona como “La Niña Sáenz Valiente” o simplemente “La Niña”, quien heredó de su hermana y su cuñado todas las tierras que formaron Estancia DOS PALMAS y MONIGOTE.
Tras la muerte de Samuelito, es Estela quien hereda las tierras este último, entre las cuales se encontraban las hectáreas del actual Parque Nacional El Palmar, el cual le fue expropiado en 1966 por el Estado Nacional.
Estela murió el 31 de marzo de 1974 a la edad de 84 años sin dejar herederos directos y un gran capital detrás de sí, que como veremos supo dejar como herencia para sus "fieles servidores", como ella escribiera.
LA FAMILIA ANISKY
Samuel (padre) contrató mano de obra de inmigrantes polacos para la construcción de un muelle que permitiera hacer escala al vapor que unía Buenos Aires con Concordia, posiblemente el vapor era el CIUDAD DE BUENOS AIRES del empresario naviero Nicolás Mihanovich (quien tendría campos en Colonia San Miguel y sería ancestro de la familia Castro Almeira, de la que destaca Adolfo Castro Almeira intendente de facto de Villa Elisa en 1980), que tendría un final trágico el 27 de agosto de1957 al colisionar con un barco carguero a las 22.30hs.
Uno de estos polacos, buen picapedrero, era Constantino Anisky, quien primeramente se radicó en Villaguay, donde conoció a una criolla llamada Ángela de 15 años y en situaciones poco claras, se la llevó a vivir con él a El Palmar donde trabajaba.
De la unión de Constantino y Ángela, nació Valentín Anisky, quien dio sus primeros pasos dentro de El Palmar, se crio y luego continuó trabajando allí mismo, comenzando desde abajo como guarda patio, luego capataz, luego chofer personal de Samuel (hijo) y de Estela.
Samuel (hijo) y Emma contrataron una muchacha de San Salvador como ama de llaves. Una vez en El Palmar, Valentín Anisky se enamoró de esta joven, se casaron y de esta unión nacieron tres hijos: Rubén, José “Tito” y Valentín Anisky, siendo Tito el esposo de Ester, quien a la vez era ahijado de Samuel y Estela.
Samuel (hijo)
y Emma alternaban su vida entre Buenos Aires y Entre Ríos. Eran propietarios
del tercer piso completo, en un edificio en la esquina de Avenida del
Libertador y Salguero.
Ilustración 17: Propiedad de Saenz Valiente en Av. del Libertador y Salguero
Luego de la
muerte de Emma, Estela y Samuel (hijo) continuaron habitando lo que hoy es el edificio de la
Intendencia del El Palmar. Este tenía una planta baja y una planta alta, con una
empinada escalera de madera. En la planta alta estaban los dormitorios. Un día
Estela cuidaba en sus brazos a Tito Anisky con tres o cuatro años. Bajó las
escaleras con el niño en brazos y tropezó. Rodó por las escaleras y se fracturó.
Aparentemente al niño no le sucedió nada, pero inmediatamente la trasladaron a
Buenos Aires, a la Compañía de Jesús, donde recibió atención médica.
Estando Estela en recuperación en Buenos Aires recibió la visita de parientes, y es que las sucesiones y herencias despiertan lo más primitivo de los instintos humanos, sobre todo cuando lo que hay es cuantioso. Estos le hicieron firmar documentos a través de los cuales Estela cedía en su favor varias propiedades.
Desconozco sinceramente los detalles de esta situación, pero debió ser lo suficientemente agobiante para Estela que, al darse cuenta del engaño, escribió lo que supongo es un testamento ológrafo en el cual dejaba en favor de sus “fieles servidores” todas las tierras de Entre Ríos. No dejó propiedad a ningún familiar.
Así es como Valentín Anisky recibió la estancia “Las Dos Palmas”, a la “Niña Talita”, amiga de Estela, la estancia “La Palma Sola”, mientras que la estancia “La Palma” fue anteriormente vendida a ALCEC.
Por otro
lado, lo que hoy es el Parque Nacional El Palmar, con sus 8.500 Has
aproximadamente, le fue expropiado en 1966, antes de que muera (expropiación
según Ley 16.802/66).
El piso tercero en Avenida del Libertador y Salguero se lo heredó a Dolores Martínez y su hija Elenita, ama de llaves en Buenos Aires.
Lo que queda del casco de la estancia “Las Dos Palmas” puede verse desde la Autovía RN14, en el Km 182,5, hacia el este de la ruta (-31.992618, -58.296878).
Casco de Estancia Las Dos Palmas |
En este
casco había una imagen de Santa Teresita en una gruta al lado del aljibe que
construyó Valentín Anisky, de quien era devoto. Aún se conservan los aljibes de
lo que fuera la estancia LAS DOS PALMAS y parte de una construcción con su
sótano.
Comentarios
Publicar un comentario