EGRESO COMO INGENIERO ELECTROMECÁNICO - UTN-FRCU 2010

EGRESO COMO INGENIERO ELECTROMECÁNICO - UTN-FRCU 2010
Por Ing. Matías H. Paea
Mayo 10, 2010
Concepción del Uruguay, Entre Ríos, Arg.

Ingeniero Electromecánico, Concepción del Uruguay, ER, 10.05.2010

El 10 de mayo de 2010 presente mi Proyecto Final de Carrera "Soldadura Asistida por CNC", y con la aprobación de un tribunal formado por los Ingenieros Mario Brutten, Gabriel Chichi y Jorge Antivero, obtuve así mi preciado título de Ingeniero Electromecánico.
Debo decir que la carrera vino a mí, no la busqué. Es mas, en realidad me había inscripto en Diseño Industrial en la Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanismo de la UBA (FADU) en Ciudad Universitaria. 

Mi familia: Maria Sol, Nadia, mi compañera y yo, mi mamá, Jazmín y mi papá

Grandes amigos: Luciano "Lucho" Bouvet, Marcos Ghisoli, Ariel "Pity" De Benedetti, yo, Martín González y Rolando Bordet

Los pícaros: Román Charadía atandome las manos

Bouvet y Jony Busquet preparando la hueveada

El único día que Bouvet volcó mas vino del que tomó


Mi papá y Román haciendo macanas

Martín, Lucho y Román haciendo macanas

Pablo Tony haciendo macas


Grandes amigo al fin

Mi prima Adriana intentado disimular las macanas



Opté por dicha carrera gracias a un contacto que hice en un visita a la localidad de Casilda, Santa Fe. Había ido a esa ciudad con mi padre, en un viaje de negocios. En la conserjería del hotel había un gran mural con una foto del Pagani Zonda, y es que los casildenses ostentan el orgullo de ser compatriotas con uno de los hombres más prestigios en mundo motor, el Sr. Horacio Pagani, ex diseñador de Lamborghini, quien buscó su propio rumbo creando la empresa Modena Design, que luego se llamaría Pagani Automobili.

Horacio Pagani posando junto al Pagani Melbourne

Tras codear a mi padre luego de ver el mural, el conserje me preguntó si conocía el Zonda y le dije que si. Corría por entonce el año 2003 y yo con mis 17 años ,estaba en mi último año de escuela secundaria. Le conté que me gustaba mucho el diseño, en particular de automóviles. Pasaba muchas horas de clases dibujando automóviles y entendí que eso era lo que quería para mi vida. El muchacho muy amable me dijo que su hermano, Hugo Racca, estaba viviendo en Italia y era muy amigo de Horacio Pagani. Me dijo luego que le escribiera un mail a su hermano y que él intecedería par que Hugo se lo diera a Horacio Pagani y que Horacio me orientara respecto de qué rumbo consideraba él que yo debía tomar. El muchacho, cuyo nombre no recuerdo, pero sin duda su apellido era también Racca y arriesgaría decir que era Fernando, me dió un papelito con un correo electrónico, el de Hugo.

Cuando llegué a Villa Elisa nuevamente le escribí un mail a Hugo y para mi sorpresa a los pocos días el mail tuvo respuesta. En ese mail, que lamentablemente perdí a lo largo de los años entre archivos y computadoras que fueron pasando, muy amablemente Hugo me respondía con una extensa carta, en la que me decía que si bien él era quien escribía, estos eran los consejos de Horacio Pagani. 

Lo primero que me dijo es que por entonces, no había en Argentina una carrera de diseño automotriz, por lo que me recomendaba que estudiara lo más parecido disponible por entonces: Diseño Industrial.
Pero lo más importante en lo que insitió, es que no cese en la curiosidad del "CONOCIMIENTO DE MATERIALES". Me contó parte de la historia de Horacio y como llegó a ser quien es de manera autodidacta.

La carta de Hugo torció el rumbo de mi destino y me llevó a inscribirme en la carrera de Diseño Industrial en la Facultad de Arquitectura Diseño y Urbanizmo (FADU) de la Universidad de Buenos Aires.

Cómo olvidar el primer día que visité Ciudad Universitaria y sus dos pabellones. En uno de ellos, el silencio pulcro de la Facultad de Ciencias Exactas, y en el otro, el caos político y el ruido de la FADU, donde yo debería cursar. Fue automático, si bien me inscribí, vi las pancartas colgando, el gran movimiento del Centro de Estudiantes y la influencia de los partidos políticos y de inmediato dije: Esto no es para mí.

Recuerdo que fue un miércoles de lluvia y volvíamos de Buenos Aires junto a mi madre y mi padre en la camioneta. Venía desanimado y mi madre lo notó y me propuso que volviera a considerar la posibilidad de estudiar Ingeniería Electromecánica en la Universidad Tecnológica Naciona (UTN), en la Facultad Regional Concepción del Uruguay (FRCU). Sinceramente, si bien lo había considerado, no tenía mucha idea de qué se trataba la carrera, pero al día siguiente, siendo jueves, viajé con mi madre a Concepción del Uruguay y allí me incribí en dicha carrera.

Rendí en diciembre el examen de ingreso y lo aprobé sin problemas, y abro paréntesis en este punto porque creo que es súmamente importante destacar la contribución que hizo una persona y que merece ser contada. Todos los días cursaba por la tarde en la escuela secundara, el Instituto Comercial Almafuerte D-70 (ICPA) de Villa Elisa. Y es que sí, aunque me gusta lo técnico, también soy Perito Mercantil. Pero había una profesora de matemática, la Sra. Mariel Perroud, que nos hizo la propuesta a quienes vayamos a estudiar carreras técnicas, de dar una clase extra, totalmente ad honorem, luego de terminado el horario de cursada. Así es que luego de retiranos del establecimiento, volvíamos a nuestros hogares a merender algo y volvímos al ICPA a estudiar matemática. Repasamos consceptos de trignonometría, aritmética, algebra, polinomios, etc. Recuerdo lo efectiva que fue su clase, que quienes optamos por tomarlas aprobamos todos los exámenes de ingresos y quienes no cursaron, no. Me tomo este renglón para dar las gracias a Mariel Perroud por tan noble acción ¡Gracias!

Si bien ya estaba adentro, hice el curso intruductorio como oyente de Mercedes Martinelli, a quien encontraría como profesora de Algebra Lineal con Geometría Analítica en el segundo semestre. Para cuando comenzaron la clases, no sólo estaba adentro sino que además conocía a algunos de los profesores.

Debo decir que la carrera me demandó muchísimo tiempo, pero yo amaba dedicárselo, lo que me llevó a tener buenos resultados academicos.

Colación UTN-FRCU, Concepción del Uruguay, ER, 19/11/2010

Encontré en la UTN un segundo hogar, un grupo humano con una calidez que no había conocido y un refugio en tiempos duros. Por eso siempre digo que la UTN es mi hogar. Allí conocí mi primer gran equipo de trabajo, integrado por Manuel Esteva, Luciano "Buje" Bouvet, Guillermo "Pepe" Calabrese y Martín González, hoy todos ellos ingenieros también.

Los años en la UTN pasaron volando, en un abrir y cerrar de ojos. Cientos de horas cursadas, viajes, experiencias, historias que solo las paredes de este lugar pueden contar.


Pude cursar la carrera en los 5 años que demanda el calendario, desde 2004 hasta 2008, gracias al privilegio que me dio mi padre de  poder estudiar sin tener que trabajar, por tanto, no me era difícil dedicar hasta 12 horas por día. Sin embargo, recibirme me llevó un año y medio más. Dediqué todo 2009 a rendir finales. Viví el primer semestre en aun en Concepción, pero ya el segundo tuve que volver a vivir a la casa de mis padres. No recordaba que era tan dificil hacerlo. Uno cambia mucho desde que se va de esa casa a los 17 o 18 años, con la mentalidad de un estudiantes de secundario, y retorna 5 años luego con la metalidad de un hombre que quiere recibirse, formar su familia, ser padre y progresar en la vida. 

Fue así como también, a lo largo de 2009, no conforme con mi situación, comencé buscar oportunidades y una de ellas vino de la mano de una solicitud que hizo la Secretaría de Extensión Univesitaria, en la que una importante empresa de bebidas del Uruguay requería un estudiante avanzado de ingeniería para un puesto durante 6 meses, y en letra chica decía: "con posibilidad de incorporación definitiva". Vi aquí una excelente pasantía para hacer experiencia. Esta empresa era la multinacional Ambev, en particular para su célula CYMPAY en la ciudad de Paysandú. 

Junto con un grupo de amigos estudiantes partimos hacia Paysandú para una primera entrevista con la gerente de Gente y Gestión, Analía Fallini y quien sería superior inmediato al cargo, el argentino y Gerente de Mantenimiento, el Ing. Hugo Londra. Luego de esto comencé el preocupacional, con sus examen psico técnico que rendí en Montevideo. Habiendo pasado a la siguiente etapa tuve una nueva convocatoria a reunión, pero esta vez con el Gerente Fabril, el Ing. Wilson Ghisoli. Finalmente hacia octubre 2009 fui comunicado que había sido seleccionado para el cargo de Supervisor de Utilidades. Esto implicaba responder al Gerente de Matenimiento, respecto de lo que en la célula se llamaba "Utilidades", es decir: calderas, equipos de frío y aire comprimido, todos insumos requeridos para el proceso de malteo de cebada, puesto que la planta, si bien en sus tiempo de gloria fue una cervecería y maltería, luego de la compra de Ambev al Grupo Aleman Oetker (Eufra Holding AG) en 2001, se limito a la maltería, pero conservando las marcas comerciales de la empresa como Norteña y Prinz.

Mi paso por "Norteña" fue fugaz, sin embargo, marcó a fuego mi vida puesto que lo vivido en esos 6 meses fue muy intenso en todo sentido. Viví un mes en Paysandú y luego me trasladé a Colón, con mi compañera. Viajaba todos los días en moto para poder "colarme" en la aduana y llegar a tiempo al trabajo, puesto que en la aduana pretendían que un trabajador, que debía cumplir horarios, hiciera la misma cola que un turista, lo que me trajo varios inconvenientes con las instituciones "dueñas de la frontera".

Con mi compañera partiendo hacia algún rumbo, Colón, E.R., 23.10.2010

Mi transito en Norteña fue enriquecedor en todos los aspectos, pero destaco dos de ellos. El primero es el técnico, puesto que aprendí en 6 meses cosas que no aprendí en 5 años de carrera y que me siguió sirviendo para el resto de mi vida. El segundo son los vínculos que desarrollé y que a pesar de la distancia y el tiempo se mantiene inalterable.

Así comencé mi carrera profesional, un libro con hojas en blanco que no termina de escribirse. 

 









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