LA AVENIDA LIBERTAD Y DON DOMINGO GAMOLIEL PIOLI

LA AVENIDA LIBERTAD Y DON DOMINGO GAMOLIEL PIOLI

Por Matías H. Paea
Villa Elisa, E.R.
Diciembre 1, 2024

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1. INTRODUCCIÓN
    A colación de la intervención de la Avenida Libertad de Villa Elisa, en un acto de justicia quiero recordar en estas palabras a don Domingo Gamoliel Pioli, quien fuera el primer propietario de las 25Has que contienen esta avenida. Una avenida que originalmente no estaba proyectada en los planos de la ciudad, sin embargo, como consecuencia del PROGRESO que traería el tren en 1907 con su ramal U6, fue posteriormente agregada, junto a la Avenida Guiffrey, para lograr un rápido acceso a la estación ELISA que, por entonces, representaba la máxima expresión de progreso, productividad y promesas de bienestar.
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2. DON DOMINGO GAMOLIEL PIOLI
    Detalles de la vida de Don Domingo Pioli podemos encontrarlo en el libro de Francisco H. Francou, "El Faro de la Cuchilla", 1942, Talleres Gráficos de la Provincia de Entre Ríos, edición de 1990, pp.58-62 (Francisco Francou, recordado en Villa Elisa por el Bv. F. Francou, hijo de don Emilio Francou, primer maestro, quien también tiene una calle que lo recuerda y de doña María Aguer de Francou, recordada en el nombre del Hospital local).
    Dice Francou que Don Pioli se radicó en la colonia Villa Elisa, en 1889, es decir, un año antes de lo que consideramos la fundación de Villa Elisa (no hay acta fundacional, sino simplemente registros provinciales en los que don Héctor, adhiriendo a la Ley de Colonias y Villas, solicita la exención del pago de "la contribución" por 10 años (equivalente de antaño del la actual renta de ATER). En base a estos documentos, se considera fundada en 1990).
    Don Domingo nació en Berceto, Parma, Italia el 28 de julio de 1843, arribando a Buenos Aires en junio de 1872, pasando a vivir en la localidad de Caseros, Entre Ríos, en 1876.
    En Argentina conoció a doña Ángela Francisca Orato, nacida en Butigliera, Alejandría, Italia, con quien contrajo matrimonio en Concepción del Uruguay en 1877 y de cuyo matrimonio florecieron 11 hijos.
    Fue contratado por Don Héctor como herrero para su colonia, asentando su oficio en la esquina de Av. Mitre y calle H. de Elia, propiedad que luego sería de Héctor Vilche, y así conocimos los elisenses esa esquina durante muchos años: "lo de Vilche", hoy emplazado allí "Teodoro Bar" (georreferencia -32.164316,-58.401441).
    Para cuando Don Pioli ocupaba el lugar no estaba la construcción actual que se debe a Vilche, en cambio, había allí unos paraísos, álamos y plantas de membrillo, además de un gran parral, una huerta y flores de jardín. Destaca la cantidad de pájaros que se posaban sobre esos verdes, recordando que por el tiempo que evoca su memoria, no había gorriones.
    Cuenta Francou que Pioli hizo un acuerdo con don Héctor, sobre la construcción de 100 arados a cambio de los cuales recibiría la tierra en cuestión, es decir, el lote 151 de la Concesión 42 del plano de fundación; a la que se comprometió en alambrar y trabajar, por tanto, alternaba su oficio de herrero con el de agricultor. Hoy este lote se encuentra delimitado por calles Follet Holt, Bv. F. Francou, Bv. Schroedder y Av. Urquiza.
    Además de la Av. Libertad, dentro de sus límites se encuentra lo que hoy es la mitad de Plaza Moreno y la ya desaparecida Laguna de Baron (que fue rellenada y sobre la cual se construyó el barrio Medalla Milagrosa, motivo por el cual suele haber anegamiento de agua allí).
Extraoficialmente, hay versiones de que este acuerdo entre don Pioli y don Héctor no resultó como se esperaba, y aunque no tengo pruebas fidedignas de esta aseveración, algunos destellos de esto puede encontrarse en el segundo libro de Francisco H. Francou, "El Alma de Mis Pagos", 1943, Talleres Gráficos de la Provincia de Entre Ríos, edición de 1990, pp.96-97, cuando remite a un altercado sucedido entre don Domingo y un tal “don Luis” de quien no da mayores detalles para no denigrar su imagen.
    Cuenta Francou, que estando en “La Casa de Todos” (así llamaba el a su casa paterna, que a la vez servía de panadería y fonda a la que los primeros colonos iban a “hidratarse” y descansar, emplazada sobre calle Dr. Gutiérrez, entre Estrada y Av. Mitre, frente al Jockey Club, hoy pastelería Pepe’s, -32.164309, -58.403167), estaba don Domingo con don Luis en una charla que de apoco fue tornándose álgida. Dice Francou:
    “[…] Era la época en que la población, especialmente la de la colonia, estaba embarullada con las cuestiones del fundador y sus compradores de tierra. Don Domingo era la bonanza personificada. Incapaz de ofender a un semejante, defendía lo que él creía de su derecho, exponiendo sus argumentos con serenidad de hombre resignado.
    Don Luis tenía otro temperamento. Era como ají picante, por lo bravo.
    "[...] En un momento de la discusión pronunció una imprecación terrible, dio un paso atrás, levantó en alto su pesado bastón de "coronillo" y se afirmó como para descargarlo con toda la fuerza que da la rabia sobre la cabeza de don Domingo, el que nada hizo para atajarse el golpe que todos los presentes (menos uno) esperaron estupefactos.
    Por suerte para don Domingo, don José Grand que se encontraba atrás de don Luis, le manoteó el bastón de marras, y evitando el bastonazo suspendido, que de haberse concretado, hubiera abollado la cabeza del gran artesano de los primeros arados que tajearon las cuchillas y laderas de mis pagos inolvidables"
    “[…] Don Luis quedó adentro del boliche, más bravo que un zorrino. Los demás parroquianos trataban de calmarlo, mientras que mi artesano se perdía en lo oscuro de la noche, oyendo los consejos de una madre afligida.
    Grande como Goliath y fuerte como Urso, el Vulcano de la fragua que encendió la primera hoguera en la aldea naciente de mi rincón nativo, no estaba hecho para la pelea.
Sus manos como tenazas y sus brazos hercúleos, capaces de doblar y moldear el hierro a su antojo al pie de la bigornia, estaban ejercitados para obras útiles únicamente y no para estrangular a un semejante.
    ¡Benditas las manos que saben trabajar y que son incapaces de ofender!”
    Don Pioli fue además un hombre muy servicial y solidario con las primeras instituciones, donando trabajo y materiales sin percibir remuneración alguna. Francou lo recuerda trabajando con sus hijos en la descarga de materiales para la construcción del templo, siendo ferviente creyente.
    Solía encontrárselo a la salida de la misa como "pregonero", parado sobre un cajón junto a la puerta del templo, leyendo el diario en voz alta, transmitiendo así las noticias locales y del mundo.
    Hombre de talla gigantesca y espalda encorvada, brazos hercúleos, manos callosas, cara tiznada y frente sudorosa. Figura ataviada a un viejo delantal de cuero marrón, con flecos que casi llegaban hasta el suelo.
    Lo recuerda en su trabajo, tirando la cadena que activa el fuelle que alimenta con aire la fragua, levantando chispas, al tiempo que colocaba un hierro que al rato sacaba al rojo-blanco para moldearlo a golpes. Rejas, arados, elásticos de sulky, bujes de carro, eje de carreta se forjaron sobre su yunque.
    En 1903 se trasladó a Urdinarrain. Falleció el 18 de junio de 1911. Su esposa lo acompañaría el 7 de agosto de 1938. Sus restos se encuentran en el cementerio de Urdinarrain.
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3. CONCLUSIONES
    Transcribo literalmente las palabras de Francou, puesto que no quiero perder una pizca de su floreado contenido a modo de conclusión.
    "[...] Es don Domingo el Vulcano de mi terruño amado", remitiendo su imagen ala del Dios romano del fuego.
    "[...] ¡Hombre de vida sencilla, de fecunda prole, de trabajo rudo, de corazón cristiano y de alma generosa, viven en estas páginas que a tu memoria dejo, las emociones de quien te trae de nuevo a su aldea inolvidable, para que las generaciones venideras del pueblo que se despertó a la acción con las vibraciones de tu yunque y del que fuiste el primer mojón, no olviden que en la lucha también gana el recuerdo, los que pasaron por la tierra dignificándose en el trabajo de los humildes!"
    "[...] Hombre de trabajo, de saludable actuación en la alborada que alumbró el pueblo de mi nacimiento, he guardado para él, por lo que como valor moral representa en una sociedad, un aprecio inestimable que dejo impreso en estas líneas, con la emoción de un recuerdo que deseo perdure más allá de mis días".
    SI ES LA VOLUNTAD DE NUESTRO PROCER LOCAL... QUE ASÍ SEA
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4. REFLEXIONES
    Recordemos que las tierras que vendía Don Héctor de Elia, se abonaban en granos que los mismos inmigrantes obtenían de la tierra adquirida, que laboraban con las mismas herramientas que Don Héctor proveía y que nuestros primeros colonos producían. Prueba irrefutable esta, de que la economía no es un juego de “Suma Cero” en el que la ganancia de uno implica la pérdida de otro, puesto que de la unión en una “Causa Común” y la acción, la riqueza “se crea”.
    Recordemos también que los caminos de esta colonia se hacían intransitables con la menor lluvia, motivo por el cual, encontramos en planos como el registro catastral de 1901, la referencia a la colonia Villa Elisa como la "Pantanosa" Colonia Villa Elisa (sí, "Pantanosa" entre comillas).
    Posiblemente, las trabas a la circulación impuestas en Avenida Libertad (y en las demás), que en su ornamentación de colores estridentes y lucecillas, son un reflejo de la amnesia histórica de las raíces en que ha caído nuestro querido pueblo, que hoy prioriza una industria sin chimeneas, vislumbrando en cada recodo que dificulta el tránsito, una evocación, cual artista hace de su obra, a las trabas burocráticas innecesarias y el desvío de los ideales de productividad que forjaron e hicieron grande esta porción de tierra, que se distinguiría de las demás colonias tributarias; como dando vuelta atrás a las páginas de la historia, volviendo a la Pantanosa Villa Elisa donde a duras penas si se podía transitar y desarrollarse, pese hoy a sus adoquines pre moldeados (de dudosa vida útil).
    Tal vez una mención innecesaria esta pues, así como hemos olvidado la historia primitiva de esta colonia, pese a su gran importancia, la cicatriz en esta avenida sea tan indeleble como sendas peatonales pintadas con esmalte.
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Matías H. Paea

Imagen de don Domingo Gamoliel Pioli, creada a partir de IA conforme a la descripción que F. Francou hiciera sobre él y su taller

Plano primitivo de la Colonia Villa Elisa y su centro urbano con detalles de las propiedades de don Domingo Gamoliel Pioli

Plano primitivo de la Colonia Villa Elisa y su centro urbano con detalles del trazado de avenidas Libertad y Guiffrey

Imagen aérea de 1974 con detalle de las propiedades de don Pioli

Imagen satelital con la ubicaciones de las propiedades de don Domingo Pioli

Casa de Héctor Vilche, construida sobre lo que otrora fuera el la casa y taller herrero de don Domigo Pioli en esquina de Av. Mitre y H. de Elia

Registro Catastral de 1901 que califica de PANTANOSA a la Colonia Villa Elisa





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