LA LANGOSTA

LA LANGOSTA
Por Matías H. Paea
Febrero 3, 2023


Una foto con un objeto emblemático. Este es el conocido “lanzallamas” para uso civil, empleado hasta los años 50 cuando se fumigara el Chaco y se terminara con las nefastas plagas de langostas cada 7 años que azotaban Entre Ríos y otras provincias, de las cuales muchos abuelos pueden contar sus peripecias.





Cada 7 años venía la langosta en grandes nubes negras que tapaban el sol y se comía todo a su paso. Cuando parecía que el mal había terminado y la langosta se disipaba, resulta que la misma había dejado sus huevos en la tierra, y a los pocos días aparecía “la saltona”, una langosta pequeña, que al no tener desarrolladas sus alas, saltaba unos 30 a 40cm y era detenida por la “chapa barrera”; se trata de una chapa de zinc lisa de aproximadamente 1,5m por 0,5m de alto, sostenida a través de dos agujeros por un "clavo barrera" con la punta doblada en “U” que entregaba el Estado Provincial y que se empleaba para rodear casas, cultivos y lugares con alimentos. Se hacían grandes cordones de “saltonas” contra la chapa barrera que se quemaban con el lanzallamas. 

Las medidas para paliar la langosta se convirtieron en Política de Estado hacia 1946. Por entonces era presidente de la Nación el Gral. Juan Domingo Perón, quien fue electo tras el retorno de a la democracia luego del golpe de estado de 1943, conocido como Revolción del '43 que depuso el gobierno de Ramón Castillo, último exponente de la denominada "Década Infame". A nivel provincial, era gobernador Héctor Domingo Maya. 

Luego de exterminada la plaga en los ’50 siguió viéndose la “chapa barrera” cercando los gallineros, como en la casa de campo de mi abuelo José, o en la casa del pueblo (Villa Elisa) de mi abuelo Celso, o se reciclaban para techos también. En el Almacén Francou de colonia El Carmen, Entre Ríos, hay una ingeniosa máquina con un par de rodillos al que se le soldaron caños y que permitía convertir la chapa barrera plana en una chapa sinusoidal apta para su uso en techos.

Algunas de las historias que he recopilado de mi abuela Daisy y Nilda:

- Contaba mi abuela materna, Nilda Isabel Giovenale, nacida el 5 de octubre de 1932, que la langosta solía poner sus huevos en la tierra dura, e inclusive en los ladrillos de las paredes. Este evitaba que fueran fácilmente desenterrados o sacados de su lugar.

- Cuando venía la langosta se abarrotaban en los árboles. Las gallinas que solían dormir en los arboles bajos, como espinillos, ñandubay, debían dormir en el piso porque no había lugar en ellos.

- Ante la falta de comida, las gallinas a menudo comían los huevos de las langostas que encontraban en la tierra. Luego los huevos tenían yemas con un tono rojizo.

- Durante el silencio de la noche solía escucharse las ramas de los árboles quebrarse ante el peso de las langostas.

- Si el tren detenía su marcha en un lugar con pendiente arriba, a menudo las ruedas patinaban sobre los rieles al pisar las langostas.

Un excelente articulo al respecto se publicó en La Nación y lo comparto:

https://www.lanacion.com.ar/.../langosta-plaga-nid2427703/

En el siguiente link se encuentra una entrevista a Nilda Giovenale, dos meses antes de su parte de este plano. En ella nos cuenta al principio cómo se vivieron las plagas de langostas.

A continuación se adjunta el extracto del diario Santa Fe del 23 de julio de 1914.


UN MAL QUE AVANZA
    Como si no bastaran las dificultades y tropiezos que perturban la agricultura, nuestro corresponsal nos anuncia que las noticias que se reciben del norte de la república hacen saber que langosta avanza formidablemente hacia regiones agrícolas.
    Era lo que faltaba en estos momentos, máxima cuando el organismo creado especialmente para combatir esa maldita plaga, se encuentra poco menos que desjuiciado, pues la economía lo ha reducido a su mínima expresión.
    La Defensa Agrícola, cuya acción eficiente solo la ven en toda su amplitud los colonos y agricultores, hoy por hoy, no se encuentra en condiciones de abrir una campaña eficaz en contra de esa formidable invasión cuyo avance se anuncia de la parte norte de la república.
    Esa repartición, desde la renuncia del doctor López Mañán, se encuentra sin director general, estando a su frente el subsecretario de ministerio de agricultura, quien, para librarse del presente griego que le ha tocado, viene acariciando la intención de hacer desaparecer esa oficina.
    Ahora bien, decimos nosotros: llámese Defensa Agrícola, oficina langosticida o como se quiera, el país necesita una reparación seria que se ocupe de combatir las plagas de la agricultura, que incite al colono a defender sus sembrados y lo auxilie en toda forma en ese propósito, a fin de que no le sea arrebatado el fruto de su trabajo.
    Después de la usura, creemos que el mayor enemigo del colono es la langosta, controla la que se iba poco a poco desarrollando una acción bastante eficiente por la enseñanza que da la práctica, los nuevos inventos cada día más perfeccionados para amatar langosta y la gran cantidad de materiales de defensa acumulado, el cual, se puede decir que es completamente eficaz para la mosquita y la langosta saltona.
    Es innegable que las esperanzas de los mejoramientos en la situación económica del país, se cifran principalmente en el desarrollo de la agricultura y en el éxito que alcance su futura cosecha.
    Los anuncios del formidable enemigo que avanza, quebrarán los ánimos a los colonos y agricultores, sobre todo sabiendo que no cuentan con medios de defensa y que sus anteriores auxiliares han desaparecido, en su mayor parte a causa de la economía.


Fuente: https://www.santafe.gob.ar/hemeroteca/diario/7414/?page=2&zl=2&xp=-228&yp=-82.25


REVISIÓN 06/02/23

En esta revisión, agrego al texto anterior, fotografías y detalles de la máquina para convertir la chapa barrera en chapa sinusoidal apta para su uso en techos. Como comentaba en el texto anterior, la misma se encuentra a la vista de todos en el Almacén Francou de Colonia El Carmen. Esta máquina fue construida por Irineo Perrón y Andrés Simiand de la localidad de la Clarita.

Como puede apreciarse cuenta con dos rolos a los que se han soldado caños. La chapa ingresa por el frente y al girar el volante va a avanzando, a la vez que los caños del rolo van deformando la chapa y creando los canales. Destaca el sistema de lubricación de los bujes en ambos extremos ya que no contaba con rodamientos.

Gracías a Eliana Francou por las fotos y los datos.

Un dato que extraigo de libro de Maidana / Besson, sobre Juan José Durandó es que fue condecorado él y su establecimiento por la importante contribución que hizo en la lucha contra la langosta entre 1897 y 1898. Adjunto un frangmento del video, donde se lo escucha a Maidana leer el texto en gratitud de los reprensetantes de las localidades vecinas.

https://youtu.be/xrQ7aQ0YMoM?t=2345
















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